De Accra a Barcelona: el largo viaje de Ibrahim para vivir en paz

Ahora mismo, en internet puedes comprar un billete de avión con destino Accra (Ghana), hacer las maletas y despegar esta tarde a las 16:20 en un avión de Qatar Airlines por poco más de 500€. Para los próximos días, Air France o KLM ofrecen 285 €. Claro, deberás cumplir con los protocolos referentes la COVID… Pero si quieres, te plantas en la capital de Ghana por el precio de un teléfono o de un robot aspirador de segunda o de una tele pequeña…

Posiblemente, este planteamiento que nos parece normal –gastar ese dinero en un viaje– se encuentra en las antípodas de las posibilidades de Ibrahim, un chico de 26 años que llegó por mar a la costa española, en una patera minúscula con 60 personas.

Huyendo de la violencia

Ibrahim explica que su padre fue asesinado cuando defendía de unos ganaderos sus cultivos. Lo tirotearon sin escrúpulos y el rebaño acabó con las futuras cosechas de la familia.

Tiempo después, viendo que la situación no mejoraba, decidió buscar un lugar donde vivir en paz y ahí comenzó su viaje hacia Barcelona. Cruzando fronteras, trabajó en dos países subsaharianos. Ahorró un dinero y llegó al Magreb.

Llegar a Europa jugándose la vida y pagando dos veces

Allí tuvo que vivir en un bosque, escondido. Podía caer en manos de la policía. Finalmente encontró a una persona que le prometió cruzar el Estrecho de Gibraltar para llegar a Europa. Perdió el dinero, cayó en la trampa: le engañaron. Pero la segunda vez no y se embarcó por fin en una nueva y arriesgadísima aventura.

Después de un día de travesía, llegaron a la costa e inmediatamente lo enviaron a Barcelona. Ayudado por dos instituciones pudo salir adelante, aprender algo de castellano y vivir con cierta dignidad, pero llegó un momento en que se acabó.

Programa Spes, una ayuda para seguir soñando

Paseando un día por el barrio de Roquetes, vio gente que entraba en Brafa y le invitaron. Eran los participantes del Programa Spes, al que se sumó. Recuerda que uno de los voluntarios del programa consiguió que hiciera un salto importante con el idioma. Y que otro trata de orientarlo para avanzar y mejorar su situación.

Su sueño: ser transportista. Lo fue en Ghana, pero seguramente tendrá que examinarse para poder conducir aquí. Dispuesto a todo, busca un futuro en paz. Y el Spes le ha abierto una grieta en el horizonte que le permite ver cómo puede ser este futuro… en paz.

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