El Papa Francisco recibió el 30 de septiembre a los participantes del congreso Sport for All, en el que participó Ignasi Taló, director de Brafa. El Santo Padre bendijo, al finalizar la audiencia, una imagen de la Mare de Déu de Brafa, un modo de bendecir a Brafa y a todos los que forman parte de la institución.
En la recepción, el Santo Padre dirigió unas palabras a los asistentes: “La Iglesia está cerca del deporte porque cree en el juego y en la actividad deportiva como lugar de encuentro entre las personas, de formación de valores y de la fraternidad”, señaló.
El Papa es conocido por su afición al fútbol y ha mantenido numerosos encuentros con deportistas a lo largo de su pontificado. De ahí que señalara que le gusta “recordar a los deportistas, incluso a los profesionales, que no pierdan el gusto por el juego y que sepan vivir el deporte manteniendo siempre el espíritu amateur”.
El deporte como herramienta de inclusión y cohesión social
El evento, organizado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida de la Santa Sede, abordó desde diferentes perspectivas la inclusión en el deporte con el título “Sport for All. Cohesive, accesible and Tailored for each Person”.
Tras la bienvenida del cardenal Kevin Joseph Farrell, prefecto del Dicasterio de los Laicos, participaron en las diferentes sesiones del encuentro Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Claudio de Vivo, campeón paralímpico, Aloysius John, secretario general de Cáritas Internacional, o Tegla Loupe, campeona del mundo de media maratón, entre otros.
Sports for All parte de la crisis de la pandemia que paralizó el mundo: “Por primera vez en la era moderna –señala en su declaración previa–, el deporte también se detuvo”. Esos meses de parón “nos dieron la oportunidad de profundizar más en el significado humano y social del deporte”.