El deporte, cuando se vive de modo auténtico, es fantástico. En Brafa intentamos transmitir a todo el mundo que vale la pena el esfuerzo para vivirlo así y este curso un equipo a tenido la oportunidad de comprobar de manera muy directa cómo los valores humanos al deporte enriquecen a todos.
Rubén Suescun, entrenador del juvenil, propuso fichar un segundo entrenador singular: Pol. De 22 años y apasionado del fútbol, se incorporó ya comenzada la temporada y su papel ha ido más allá del deporte. Ha contribuido a hacer mejores a todos los que juegan y rodean la actividad el equipo juvenil.
Y es que Pol es un joven con síndrome de Down, que se decidió inmediatamente a vivir esta aventura con chicos de 17 y 18 años. El equipo dirigido por Rubén y Roberto Rodríguez funcionaba muy bien, pero con la llegada del nuevo entrenador los llevó a otro nivel: los jugadores han aprendido mucho más de lo que cabía esperar.
La unión, el respeto, la actitud positiva, la generosidad… Son algunos de los aspectos que se han llevado cada uno a final de temporada y que nos explican sus protagonistas en el vídeo. Pol, segundo entrenador, ha hecho un buen trabajo.
Por cierto, además, han ganado la liga y ascendido. ¿Qué mas se puede pedir?