Desde hace unas semanas en Brafa acogemos a un equipo de fútbol sala muy especial: el Mensajeros de la Paz. Y es especial porque está compuesto por migrantes, muchos de ellos sin techo, que acuden regularmente a la parroquia de Santa Anna, en la que se desarrolla una intensa labor social.
Después de unos meses buscando contar con una pista, ahora disponen del pabellón de Brafa para entrenar y disputar los partidos de competición.
Una vez más, el deporte se convierte en un medio para dejar los problemas en la banda y disfrutar con los amigos. Su entrenador, Fernando Díaz Cuadros, prepara a unos jugadores de entre 20 y 40 años, que pueden haber pasado la noche en la calle, pero que lo dan todo en la pista.
En Brafa nos alegra contribuir con esta iniciativa social que va mucho más allá del fútbol, pero creemos que es una ayuda más para las personas que se encuentran en esta situación.