Forzado por las severas secuelas que le dejó un ictus, un sénior de Brafa colgó definitivamente las botas. No volvería a jugar a fútbol… Pero su cariño por nuestra escuela ha hecho que esas botas, las que había abandonado, estén pisando de nuevo los terrenos de juego diez años después.
Antonio supo de la campaña de recogida de botas de Brafa. Los participantes del Programa Spes muchas veces no tienen recursos para adquirirlas, de modo que se ha organizado un sistema de préstamo que funciona muy bien.
Dicho y hecho: este sénior llamó a Brafa y regaló sus botas para que se usaran en el Spes. Y el primero que ha tenido la suerte de calzárselas es Diagui Dembélé, un joven refugiado acogido por la Cruz Roja.
En esta historia, sería superficial hacer un juego de palabras con el apellido de Diagui; mejor subrayar la generosidad de Antonio y alegrarnos de poder ayudar a los participantes de este programa.
Por cierto, seguimos necesitando botas.