Un año más, un grupo de peregrinos de Brafa visitaron Torreciudad un santuario dedicado a la Virgen María situado en las cercanías de Barbastro (Huesca), para dar gracias por el curso que ha finalizado y poner a sus pies las intenciones de todas las familias de la escuela.
En la peregrinación participaron familias, amigos de Brafa e incluso algunos participantes del Programa Spes, todos distribuidos en coches y furgonetas que partieron a primera hora desde diferentes puntos de Barcelona.
Como es tradición, una reproducción de la Virgen de Brafa fue portada en hombros por los más jóvenes hasta el templo, en el que mossén Joan Juventeny celebró la Misa.
En el propio recinto de Torreciudad, Paco Gómez, un veterano sénior y experto paellero, ya había comenzado a preparar dos inmensas paellas, de las que los peregrinos dieron buena cuenta.
Tras una tertulia con Carlos Figuero, director de promoción del santuario, regreso a Barcelona con la sensación de haber empleado muy bien la jornada, acompañando a la Virgen y pidiéndole por todos los que forman parte de la familia de Brafa.