Javier de Lubelza es una de las personas de Cáritas que mantienen contacto habitual con Brafa. Además es el responsable de la organización de la fiesta solidaria por parte de Caritas. Es un gran amigo de nuestra escuela explica por qué vale la pena acudir y colaborar con la organización de este evento.

A la fiesta solidaria de Cáritas acuden muchas familias a las que acoge y ayuda vuestra institución. Por la experiencia de estos años, ¿que representa para ellas poder venir a BRAFA a participar en este evento? ¿Cómo valoran la fiesta?

Creo que la mejor definición la hizo una madre de familia que acudió a la fiesta de Brafa en 2019: “El mejor día de mi vida aquí en Barcelona. Hacía mucho que no era feliz.”  Esta frase se la transmitió a la trabajadora social al día siguiente de venir a la fiesta. Le llamó exclusivamente para decírselo porque seguía emocionada y feliz.

A veces la vida es dura y se nos olvida lo que es la felicidad. Y muchas de las personas atendidas por Cáritas viven centradas en su día a día, en poder salir adelante. Y no disponen ni de tiempo, ni de energía, ni de presupuesto para tener momentos de alegría.

La fiesta de Brafa es una oportunidad de cortar este círculo vicioso, de recargar pilas, de liberar estrés… Pero sobre todo es la oportunidad para recordar que existe la felicidad.

¿En qué situaciones se encuentran las familias atendidas por Cáritas que acuden a la fiesta?

Hay un espectro muy amplio de circunstancias. Según datos de la memoria de 2022, se han triplicado las familias que se acercan por primera vez a Cáritas. Después de la triple crisis (la recesión de 2008, el COVID y la guerra de Ucrania), los precios se han disparado hasta tal punto que miles de familias, aun con trabajo, no se pueden hacer cargo de los gastos más básicos.

Así que nos encontramos con muchas familias atrapadas en una situación complicada, familias que por distintos motivos no consiguen salir del círculo de la pobreza. También familias monoparentales a las que les resulta difícil compaginar un trabajo estable con el cuidado de sus hijos, lo que las lleva a una situación límite. Los caminos que conducen a la exclusión social son muchos y nunca sabes cuándo te puede tocar a ti.

En Brafa nos sentimos orgullosos de ser un Club amb Cor y de poner nuestro granito de arena en la labor que realizáis en Barcelona y en todo el mundo. ¿Qué impacto tiene Cáritas en nuestra ciudad?

Es difícil explicar el impacto, ni tan siquiera medir el alcance… Porque cada número es un universo.

Pero para entender la dimensión de la labor de Cáritas comparto algunas cifras: en el 2022, desde Cáritas Barcelona se atendieron a más de 16.000 hogares y desde las parroquias y arciprestazgos se atendieron 34.092 hogares. Solo desde nuestra diocesana hemos trabajado en más de 477 proyectos diferentes. Todo gracias a la generosidad y compromiso de nuestros socios y donantes.

Los programas y proyectos de Cáritas Barcelona abarcan a muchas personas y tipos de necesidades. Desde dar alojamiento a personas mayores vulnerables, pasando por formar laboralmente a personas sin recursos, hasta desarrollar programas de atención a la infancia, por poner algunos ejemplos.

El gran lema de Cáritas es su propio nombre: “Cáritas”, que significa amor. La gente a veces malinterpreta el significado y piensa que habla de caridad. Pero no: cáritas en latín significa amor. Y eso es lo que tratamos de hacer a través de nuestras acciones. Por eso nos volcamos en el acompañamiento y no en la generosidad indiferente. “Deus Caritas est”. Dios es amor. Y eso es lo que trata de reflejar Cáritas.

¿Además de la fiesta, de qué otros modos colaboran Cáritas y Brafa?

Brafa es una herramienta de gran ayuda en nuestra labor de integración de chicos  sin recursos a través del deporte. Porque si alguien sabe lo que significa acompañar, sois vosotros.  No sé si la gente es consciente de todo lo que aporta Brafa, pero desde Cáritas sí que lo sabemos y lo valoramos.

Esta mañana una trabajadora social me pedía, que necesitan una plaza en Brafa para un chico de su proyecto. No una plaza para jugar a  fútbol. Si no una plaza en Brafa. Porque el chico tiene mucho potencial, pero lamentablemente su entorno no. Y Brafa no solo forma deportivamente a los jóvenes, sino que también los acompañan y les hacen sentir queridos. Cáritas y Brafa comparten muchos valores.